Se describe como la
competencia para percibir las relaciones que existen entre varias especies o
grupos de objetos y personas, así como reconocer y establecer si existen
distinciones y semejanzas entre ellos.
Los naturalistas suelen
ser hábiles para observar, identificar y clasificar a los miembros de un grupo
o especie, e incluso, para descubrir nuevas especies. Su campo de observación
más afín es el mundo natural, donde pueden reconocer flora, fauna y utilizar
productivamente sus habilidades en actividades de caza, ciencias biológicas y
conservación de la naturaleza.
Pero puede ser aplicada
también en cualquier ámbito de la ciencia y la cultura, porque las
características de este tipo de inteligencia se ciñen a las cualidades
esperadas en personas que se dedican a la investigación y siguen los pasos
propios del método científico.
En realidad, todos
aplicamos la inteligencia naturalista al reconocer plantas, animales, personas
o elementos de nuestro entorno natural. Las interacciones con el medio físico
nos ayudan a desarrollar la percepción de las causas y sus efectos y los
comportamientos o fenómenos que puedan existir en el futuro; como por ejemplo
la observación de los cambios climáticos que se producen en el transcurso de
las estaciones del año y su influencia entre los humanos, los animales y las
plantas.
Gardner postula que este
tipo de inteligencia debió tener su origen en las necesidades de los primeros
seres humanos, ya que su sobrevivencia dependía, en gran parte, del
reconocimiento que hicieran de especies útiles y perjudiciales, de la
observación del clima y sus cambios y de ampliar los recursos disponibles para
la alimentación.2
Este tipo de
inteligencia fue removido de las inteligencias múltiples de Gardner en una
revisión posterior, por lo cual únicamente son llamadas las 7 Inteligencias de
Gardner (Walters y Gardner 1986).
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_las_inteligencias_m%C3%BAltiples#Inteligencia_ling.C3.BC.C3.ADstico-verbal