La evolución de los movimientos
corporales especializados es de importancia obvia para la especie; en los
humanos esta adaptación se extiende al uso de herramientas. El movimiento del
cuerpo sigue un desarrollo claramente definido en los niños y no hay duda de su
universalidad cultural.
La consideración del
conocimiento cinético corporal como "apto para la solución de
problemas" puede ser menos intuitiva; sin embargo, utilizar el cuerpo para
expresar emociones (danza), competir (deportes) o crear (artes plásticas),
constituyen evidencias de la dimensión cognitiva del uso corporal.
Aspectos biológicos - El control del
movimiento corporal se localiza en la corteza motora y cada hemisferio domina o
controla los movimientos corporales correspondientes al lado opuesto. En los
diestros, el dominio de este movimiento se suele situar en el hemisferio
izquierdo. La habilidad para realizar movimientos voluntarios puede resultar
dañada, incluso en individuos que puedan ejecutar los mismos movimientos de
forma refleja o involuntaria. La existencia de apraxia específica constituye
una línea de evidencia a favor de una inteligencia cinética corporal.
Capacidades implicadas - Capacidad para
realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación
óculo-manual y equilibrio.
Habilidades relacionadas - Utilizar las
manos para crear o hacer reparaciones, expresarse a través del cuerpo.
Perfiles profesionales - Escultores,
cirujanos, actores, modelos, bailarines, etc.
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